Franceses secuestrados en Níger en 2010: el gigante nuclear francés Areva, ahora Orano, será juzgado por “lesiones no intencionadas”

Publicado el 19 de octubre de 2025 a las 12:51 p.m.

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Quince años después de una interminable toma de rehenes, un juicio para Areva, ahora Orano: el gigante nuclear francés será juzgado penalmente, sospechoso de haber subestimado la amenaza de Al Qaeda, permitiendo el secuestro en 2010 de cinco franceses, un malgache y un togolés por la organización yihadista cerca de la mina de uranio de Arlit, en Níger.





“Es inaceptable constatar que, a pesar de las numerosas advertencias enviadas a Areva, no se ha implementado nada serio para proteger a los empleados en las plantas”reaccionó Olivier Morice, abogado de uno de los ex rehenes, Pierre Legrand, que presentó una denuncia en 2013.


1.139 días de detención de cuatro rehenes


La noche del 15 al 16 de septiembre de 2010, cinco franceses -Françoise y Daniel Larribe, Pierre Legrand, Marc Féret y Thierry Dol-, un malgache, Jean-Claude Rakotoarilalao, y un togolés, Alex Awando, fueron secuestrados en Arlit por hombres armados.


Después de cinco meses de cautiverio, el 25 de febrero de 2011, Françoise Larribe, enferma, fue liberada junto con los empleados malgaches y togoleses. Los últimos cuatro rehenes fueron liberados el 29 de octubre de 2013, tras 1.139 días de detención en el desierto del Sahel. La información judicial se abrió en 2013 en el centro antiterrorista de París.



Durante su acusación en junio de 2022, el grupo, representado por su director jurídico, negó cualquier fallo en la gestión de riesgos, afirmando que la protección de los empleados era una prioridad.


En Arlit, una de las instalaciones de extracción de uranio de Níger, Areva tenía que garantizar la seguridad de los expatriados que trabajaban para el grupo, sus filiales y subcontratistas, pero cada entidad también tenía obligaciones de seguridad hacia su personal, defendió el director jurídico.


Varias advertencias desde 2008



Las investigaciones revelaron la falta de protección del lugar, donde vivían alrededor de un centenar de personas. El matrimonio Larribe fue secuestrado en su chalet, situado en un conjunto de viviendas sin vallar. Estos espacios habitables eran vigilados por tuareg, empleados de empresas privadas, sin armas. No se proporcionó ningún sistema de advertencia ni base de respaldo en caso de una intrusión.



Ya en 2008, el agregado de defensa de la embajada francesa advirtió sobre la mala seguridad del lugar de Arlit. Las auditorías realizadas tras el secuestro señalaron deficiencias, según elementos de la investigación.


Para la seguridad, Areva contó con la comisaría de policía y la gendarmería de Arlit, así como con un batallón de 250 soldados del ejército nigerino estacionado a cinco kilómetros de distancia. Durante los secuestros, la policía y los gendarmes no intervinieron. Las fuerzas de seguridad llegaron una hora y media después. Las investigaciones revelaron la falta de formación y equipamiento de estos hombres.


Para Areva, el sistema de seguridad desarrollado era sólido, pero su implementación era defectuosa, explicó el director jurídico. A la negligencia en materia de seguridad se sumó una subestimación del riesgo que representaba Aqmi en Níger, según los jueces de instrucción. Desde 2009, han aumentado los secuestros de occidentales y las amenazas de AQMI contra los intereses franceses. Areva no hizo caso de las advertencias, según creen los jueces de instrucción.

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