Nuevas restricciones de agua en Barcelona, ​​puesta en estado de “emergencia” por sequía

Barcelona y su periferia fueron puestas este jueves 1 de febrero en estado «emergencia» sequía y se enfrentará a nuevas restricciones hídricas debido a la sequía histórica que afecta a esta región de España, donde las reservas de agua han alcanzado un nivel crítico.

Esta decisión supondrá nuevos límites de consumo de agua para casi seis millones de habitantes, con fuertes restricciones, en particular para la industria y la agricultura.

“Cataluña sufre la peor sequía en un siglo”justificó el presidente de la Generalitat catalana, Pere Aragonès, en rueda de prensa, recordando que la falta de precipitaciones se prolongaba desde hacía más de tres años.

Las autoridades catalanas habían estado preparando a la opinión pública durante semanas al anunciar que se declararía el estado de emergencia si el nivel de los embalses, que almacenan agua de lluvia para su uso durante los meses más secos, cayera por debajo del 16%. Sin embargo, este nivel se ha alcanzado en los últimos días, ya que la persistencia del tiempo seco ha agravado la ya extrema sequía del suelo en la costa catalana, tanto en Francia como en España.

Varias restricciones

Entrada en la primera fase del estado de» emergencia «que incluye tres, supondrá importantes restricciones para la agricultura, que tendrá que reducir su consumo de agua en un 80% (frente al 40% hasta ahora), y para la industria, que tendrá que restringirlo en un 25% (en lugar del 15%). %).

El techo máximo de consumo medio para los residentes de los 202 municipios afectados por las restricciones se ha reducido ligeramente y se reducirá aún más si la situación empeora.

Excepto en algunos municipios donde la presión del grifo disminuirá, esta medida no provocará actualmente cortes de agua del grifo para los residentes. Pero están previstas sanciones para las localidades que no respeten este umbral máximo.

Este plan de emergencia también prohíbe el llenado de piscinas, incluso para un simple rellenado, excepto en instalaciones deportivas públicas que ahorran agua en otros niveles. Una medida importante para esta región tan turística y con un gran número de hoteles.

Ahora también está prohibido regar los espacios verdes, salvo con agua no potable en los jardines públicos y cuando esté en juego la supervivencia de los árboles. Lo mismo ocurre con el lavado de coches.

Si el nivel de reservas sigue cayendo, las autoridades impondrán restricciones aún más severas, como el cierre de las duchas en los pabellones deportivos o la prohibición total del riego en los jardines públicos. En las últimas semanas, las autoridades regionales no han descartado abastecer de agua a Barcelona mediante camiones cisterna.

Un nivel de sequía sin precedentes

Los periodos sin lluvia no son atípicos en esta región mediterránea, que ya había sufrido un año y medio de sequía en 2008. Pero el nivel actual de sequía no tiene precedentes desde que comenzaron los registros en 1916.

Falta de precipitaciones “Ha estado sucediendo desde hace mucho tiempo. Si esto continúa un año más, la situación será dramática”asegura Xavier Sánchez Vila, director del departamento de ingeniería civil y ambiental de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC).

La situación es similar en Andalucía (sur), otra región de España muy afectada por la sequía y que prevé imponer restricciones al consumo de agua si no llueve, en particular en Sevilla y Málaga.

En vista de la situación, “Necesitamos 30 días de lluvia” seguidas, declaró recientemente el presidente de esta región, Juan Manuel Moreno, quien tampoco descartó un suministro de agua potable mediante embarcaciones.

Ante los efectos de la sequía, que empujó a los agricultores a manifestarse el jueves en Sevilla, Juan Manuel Moreno pidió esta semana a la Unión Europea que active su fondo de solidaridad, durante un viaje a Bruselas.

España, país europeo en primera línea del calentamiento global, viene viendo desde hace varios años un aumento de los fenómenos meteorológicos extremos, en particular las olas de calor, cuya frecuencia se ha triplicado en diez años.

Recientemente se registraron temperaturas de alrededor de 30°C en el este y el sur del país.