1.700 millones de personas viven en zonas con degradación de la tierra causada por actividades humanas

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Le TV BUS Canal de comunicación urbana con la AFP

Publicado el 3 de noviembre de 2025 a las 21:25 horas.

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Alrededor de 1.700 millones de personas viven en zonas donde la degradación de la tierra provocada por actividades humanas, como la deforestación, provoca pérdidas de productividad, según un informe publicado este lunes 3 de noviembre por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO).



La FAO define la degradación de la tierra como la disminución a largo plazo de su capacidad para proporcionar bienes y servicios y la ve como una “amenaza creciente” para la productividad agrícola y la seguridad alimentaria. El fenómeno no es nuevo. Es, entre otras cosas, el resultado de factores naturales como la erosión del suelo provocada por el agua y el viento o la salinización.


“Pero las actividades humanas, incluida la deforestación, el pastoreo excesivo y las prácticas agrícolas y de riego insostenibles, son cada vez más responsables de acelerar estos procesos”subraya la FAO en su informe anual sobre el estado de la agricultura y la alimentación.


El sur y el este de Asia son los más afectados


La degradación de la tierra puede afectar marginalmente el rendimiento de un campo de trigo o conducir al abandono total de las tierras agrícolas. Para realizar sus cálculos, la FAO comparó el nivel actual de tres indicadores clave (pérdida de cubierta arbórea, erosión del suelo y carbono presente en el suelo y la vegetación) con su nivel teórico sin actividad humana.


Se estima que alrededor de 1.700 millones de personas viven en zonas donde la degradación de las tierras de cultivo causada por el hombre y la pérdida de rendimiento están claramente relacionadas. Las poblaciones más afectadas se encuentran en el sur y el este de Asia, donde la densidad es alta.


En los países de altos ingresos, “los efectos de la degradación de la tierra sobre los rendimientos quedan enmascarados por el uso intensivo de insumos” como fertilizantes o pesticidas, señala la FAO. “Esta estrategia es costosa, produce rendimientos decrecientes, empeora la degradación y genera externalidades ambientales”advierte la organización.



La degradación de la tierra no es inevitable ni irreversible, subraya también la FAO. Según sus cálculos, “Simplemente revertir el 10% de la degradación causada por el hombre en las tierras agrícolas actuales restablecería una producción suficiente para alimentar a 154 millones de personas más cada año”.


Enumera en su informe los instrumentos regulatorios (prohibiciones de deforestación, por ejemplo), incentivos (pagos por servicios ecosistémicos) e instrumentos condicionales (subsidios vinculados al cumplimiento de estándares ambientales) que pueden implementarse, particularmente dependiendo del tamaño de las granjas.

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