¿Por qué esta retirada podría ser más grave que la primera?

Análisis
Si bien 2024 fue el año más caluroso registrado y violentos incendios acaban de arrasar barrios enteros de Los Ángeles, el nuevo presidente estadounidense tiene la intención de seguir incendiando el planeta.


Donald Trump no perdió el tiempo. Recién regresado a la Casa Blanca, el presidente estadounidense ya ha iniciado la retirada de Washington del acuerdo climático de París. El procedimiento se inició el primer día en el poder, el lunes 20 de enero, tras su toma de posesión.. “Me retiro inmediatamente del acuerdo climático de París, una estafa injusta y unilateral”lanzó el multimillonario ante miles de personas reunidas en el Capital One Arena, un recinto deportivo en Washington, antes de firmar los documentos frente a ellos. Estados Unidos se está preparando para unirse a Irán, Libia y Yemen en las filas de los pocos países que no firmaron el texto, cuyo objetivo es contener el calentamiento global. “muy por debajo” 2°C, y si es posible por debajo de 1,5°C, en comparación con los niveles preindustriales.



A primera vista, la historia simplemente tartamudea. Durante su primer mandato presidencial (2017-2021), Donald Trump ya había presionado a su país para que abandonara el acuerdo firmado en 2015 durante la COP21. Esta decisión, muy simbólica, tuvo en realidad un alcance bastante limitado. Pero esta vez podría ser bastante diferente, ya que el contexto estadounidense e internacional ha cambiado desde entonces.


Primera diferencia destacable: la primera salida de Estados Unidos del acuerdo fue breve. Al ser imposible cualquier retirada del acuerdo dentro de los tres años siguientes a su ratificación, el multimillonario republicano se vio obligado a esperar hasta el final de su mandato para iniciar el proceso. Esta salida, iniciada en 2019, no fue efectiva hasta el año siguiente y Joe Biden, su sucesor demócrata elegido en noviembre de 2020, se apresuró a revertir esta decisión nada más llegar a la Casa Blanca. En total, Washington permaneció fuera del acuerdo durante menos de tres meses.


Hoy en día, el procedimiento debería ser mucho más rápido y se espera que la retirada se produzca en el plazo de un año. Por tanto, podría tener efectos más significativos a lo largo de esta segunda legislatura. Donald Trump ya ordenó a las agencias federales que rechacen los compromisos financieros internacionales asumidos en materia climática por la administración anterior. Lo que significa, muy concretamente, que Estados Unidos pondrá fin, por ejemplo, al apoyo prometido, en el marco de las negociaciones climáticas de la ONU, a los países en desarrollo para ayudarles a afrontar el cambio climático (una ayuda que, sin embargo, ya es muy débil en vista de la situación histórica). Responsabilidad de Estados Unidos en el aumento de las temperaturas.


¿Hacia un efecto dominó?


Las consecuencias de la retirada estadounidense sobre las negociaciones climáticas internacionales son más difíciles de adivinar. “Estados Unidos no decide solo lo que hace el resto del mundorecuerda Paul Watkinson, exnegociador de Francia en la COP21. Sí, es la economía más grande del mundo, el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero y el mayor emisor histórico. Sin embargo, las emisiones estadounidenses hoy representan menos del 14% de las emisiones globales. Lo que suceda a continuación no debería depender de Estados Unidos, sino de lo que los 194 países decidan hacer. »



¿Continuarán estas naciones siguiendo el juego de estas negociaciones o, por el contrario, tomarán la ausencia estadounidense como pretexto para negarse a aceptar nuevos esfuerzos? En cualquier caso, la retirada estadounidense llega en un momento crucial para el Acuerdo de París, que este año celebra su décimo aniversario. Para la COP30, prevista para noviembre en Bélem, Brasil, se supone que los países firmantes presentarán nuevos planes climáticos (estamos hablando de “contribuciones determinadas a nivel nacional” en la jerga de la ONU), detallando cómo pretenden aumentar sus ambiciones en términos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Las políticas actuales, como recordatorio, están muy lejos de la realidad: nos están llevando a un calentamiento infernal de 3,1°C para finales de siglo.



¿Algunos países llegarán tan lejos como para seguir a Estados Unidos? Ésta es la otra gran amenaza de los próximos meses. Si el impacto de la primera retirada estadounidense del acuerdo de París fue débil, fue también porque siguió siendo un acto aislado: ningún otro Estado aprovechó la oportunidad para retirarse a su vez. Sin embargo, la amenaza de un efecto dominó es más fuerte hoy en día, ya que la lista de líderes en guerra contra las políticas climáticas sigue creciendo. Por ejemplo, ¿qué decidirá Argentina? Dirigida por un notorio escéptico climático, Javier Milei, Buenos Aires retiró a sus negociadores durante la COP29 en el otoño de 2024. La decisión fue tomada por el líder argentino después de un intercambio telefónico con un tal… Donald Trump.