La invasión rusa de Ucrania causó daños ambientales por valor de 71 mil millones de dólares y provocó un aumento masivo de las emisiones de gases de efecto invernadero, dijo un ministro ucraniano el martes 19 de noviembre en la COP29 en Bakú.
“La naturaleza es una víctima silenciosa de esta guerra”afirmó Svetlana Grinchuk, ministra de Protección del Medio Ambiente y Recursos Naturales. El impacto sobre el clima, en particular la destrucción de los bosques que naturalmente equilibran las emisiones de carbono, demuestra que las consecuencias de la guerra no afectan “No sólo Ucrania, sino el mundo entero”dijo a los periodistas.
Según el gobierno ucraniano, el coste medioambiental de la guerra es de 71.000 millones de dólares. El conflicto también liberó unos 180 millones de toneladas de carbono, afirmó.
Tres millones de hectáreas de bosques dañadas
En 2023, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo estimó el daño ambiental causado por la guerra en Ucrania en 56 mil millones de dólares.
Según las últimas estimaciones ucranianas, las propias actividades militares provocaron 51,6 millones de toneladas de emisiones de carbono, y se necesitaron 56 millones de toneladas adicionales para reconstruir la infraestructura después de la guerra. Los incendios también son responsables de 27,2 millones de toneladas de carbono equivalente. Según el ministro, la invasión rusa dañó tres millones de hectáreas de bosques.
Los comentarios se produjeron cuando Rusia atacó instalaciones energéticas ucranianas con nuevos bombardeos aéreos, sumergiendo a millones de personas en la oscuridad.
Intensificación mutua de los ataques.
Tanto Rusia como Ucrania han intensificado sus ataques, ya que anticipan un probable cambio de actitud por parte de la nueva administración estadounidense del presidente electo Donald Trump, que podría renunciar, tras su toma de posesión a finales de enero de 2025, a apoyar militarmente a Kiev. .
“Todos los ucranianos se han vuelto, en muy poco tiempo, muy eficientes energéticamente”subrayó Svetlana Grinchuk, según la cual Kiev es consciente de los problemas climáticos en el marco de la reconstrucción del país, y los proyectos de energía renovable a pequeña escala se consideran más sostenibles frente a la amenaza rusa.
Ucrania, que aspira a unirse a la Unión Europea, se ha comprometido a alcanzar el objetivo de cero emisiones de gases de efecto invernadero para 2050.