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El régimen islámico de Teherán, que espera una respuesta israelí, acaba de promulgar con urgencia una nueva ley restrictiva contra las mujeres. Un texto que llega dos años después del estallido del levantamiento popular que siguió a la muerte de Mahsa Amini por un velo que no le sentaba bien.
“Protección de la familia mediante la promoción de la cultura del hijab y la castidad” : así se llama la nueva ley liberticida adoptada por el Parlamento iraní y luego por el Consejo de Guardianes de la Constitución en septiembre. Una ley debatida y promulgada con urgencia, como si el intento de las mujeres iraníes de recuperar sus cuerpos desde el asesinato de Mahsa Amini en septiembre de 2022, a causa de un velo mal usado, fuera el golpe más grave al régimen de los mulás. No importa la ruina económica del país o la amenaza de bombas israelíes; ¿Qué importa la liquidación de los aliados de Irán, Hamás y Hezbolá a la cabeza? ¿Qué importa mientras podamos poner los cuerpos de las mujeres en un contenedor sellado, este ácido corrosivo de la contrarrevolución, este uranio de una bomba de tiempo social?
Entonces, ¿qué más prohíbe esta ley de “hiyab y castidad” en sus 71 artículos? Primero fortalece el control gubernamental sobre la vida de las mujeres y luego amenaza con cerrar empresas e instituciones que no respeten las medidas discriminatorias sobre el uso del velo. Un proceso tortuoso para subcontratar la represión mientras el régimen se agota en canalizar las protestas callejeras. Después de analizar…
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