La búsqueda de víctimas continúa en la región de Valencia afectada por las mortales inundaciones de la semana pasada. Los aparcamientos subterráneos se han convertido en auténticas trampas.
Una semana después de las inundaciones que asolaron el sureste de España, la búsqueda de desaparecidos se concentra este martes 5 de noviembre en aparcamientos subterráneos de la Comunidad Valenciana.
Tras la caótica jornada en la que una multitud enfurecida recibió con insultos y barro la visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y del rey Felipe VI, la prioridad sigue siendo la localización de los desaparecidos, cuyo número exacto nunca ha sido comunicado por las autoridades.
El balance, aún provisional, arroja al menos 217 muertos. Pero podría ser más intenso y las autoridades están especialmente preocupadas por la situación en muchos aparcamientos subterráneos, que están completamente inundados y que aún no han sido inspeccionados en su totalidad.
Es especialmente el caso del aparcamiento de Bonaire, un gran centro comercial en Aldaia, una localidad de 31.000 habitantes en las afueras de Valencia. Con una capacidad de 5.700 plazas, casi la mitad de las cuales son subterráneas, esta última está completamente inundada.
“El centro comercial está devastado en su parte alta. Y ahí abajo hay una terrible incógnita. No estamos seguros de lo que encontraremos».afirmó el alcalde de Aldaia, Guillermo Luján.
Buzos en el subsuelo
En los últimos días, el personal de la Unidad Militar de Emergencias, que responde a desastres naturales, ha instalado numerosas bombas para comenzar a evacuar el agua.
“Todos los medios de las fuerzas armadas están trabajando para secar este estacionamiento, pero son millones de litros”reconoció el general Javier Marcos.
Los buzos lograron penetrar bajo tierra, sin encontrar hasta el momento ningún cuerpo.
El lunes por la mañana, la policía confirmó que no había encontrado víctimas en los primeros 50 vehículos inspeccionados.
También el lunes, la agencia meteorológica española aseguró oficialmente que la situación de “crisis climática” Había terminado en la región de Valencia, pero la preocupación se desplazó a mitad del día unos 350 kilómetros más al norte, hasta Barcelona, puesta en alerta roja.