Un mes después del ciclón Chido, Mayotte en prealerta ante la proximidad de la tormenta Dikeledi


Una prealerta de ciclón se activó este viernes 10 de enero en Mayotte ante la proximidad de la tormenta tropical Dikeledi, que se espera que pase el domingo a 140 kilómetros al sur del pequeño archipiélago del Océano Índico, devastado por el ciclón Chido hace menos de un mes, informó la Agencia. France-Presse se enteró de la prefectura. La alerta está en vigor desde las 09:00 horas (07:00 horas en París), indica esta fuente en un comunicado.



En el momento del paso cerca de Mayotte de este sistema de baja presión que podría haber alcanzado entonces la fase de “tormenta tropical severa”Previsiones Météo-France “ráfagas de viento de 90-100 km/h” Y “un riesgo de inmersión marina en las costas”. De “fuertes precipitaciones intermitentes” Se esperan desde el sábado por la noche y hasta la noche del domingo al lunes.


“Preparar reservas”


El 14 de diciembre de 2024, Mayotte fue devastada por Chido, con ráfagas de viento que superaron los 220 km/h. El paso de este intenso ciclón tropical, el más devastador experimentado por el pequeño archipiélago del Océano Índico en noventa años, dejó al menos 39 muertos y más de 5.600 heridos, destruyendo numerosas viviendas precarias del departamento más pobre de Francia.


Antes del tránsito de Dikeledi, la prefectura recomendó a los residentes anticipar todos los tratamientos farmacológicos en caso de patologías y “preparar reservas de iluminación”, “agua, alimentos no perecederos y botiquín de primeros auxilios”.



También se recomienda a las personas con insuficiencia renal o respiratoria que se pongan en contacto “sin demora” su centro sanitario habitual. El prefecto pidió a los vecinos cancelar las salidas al aire libre previstas para este fin de semana, para arreglar objetos y obstáculos “que puedan constituir peligros o proyectiles” en caso de rachas de viento y para facilitar la evacuación del agua.


Los ciclones suelen desarrollarse en el Océano Índico de noviembre a marzo, pero este año las aguas superficiales están cerca de los 30°C en la zona, proporcionando más energía para las tormentas, un fenómeno de calentamiento global que también se observó este otoño en el Atlántico Norte y el Pacífico.