En Irlanda, las ráfagas de la tormenta Éowyn batieron un récord histórico al alcanzar los 183 km/h. Su poder la convierte en una “bomba climática”. Explicaciones.
Con ráfagas de 183 km/h, la tormenta Eowyn, que atravesó las Islas Británicas, batió un récord histórico de velocidad del viento. Estos vientos de fuerza sin precedentes hacen de Éowyn un “bomba climática”.
La particularidad de esta tormenta es el nacimiento y rápido desarrollo de la depresión. La magnitud y velocidad de la caída de presión provocaron vientos extremadamente poderosos. Éowyn se formó con la llegada de aire gélido del continente americano que se desplazó sobre el Atlántico occidental.
Contrastes térmicos
Este fenómeno agravó los contrastes de temperatura, particularmente en la zona de formación de la depresión, al sur de Terranova. Como explica Météo-France, estos contrastes térmicos refuerzan la famosa pista de depresiones en la que evolucionó Éowyn.
Son todos estos elementos los que hicieron de esta tormenta lo que los especialistas llaman una “bomba climática”.
Éowyn es ya la quinta tormenta que azota Europa esta temporada. El anterior, Darragh, causó importantes perturbaciones a principios de diciembre tanto en Francia como en el Reino Unido, donde provocó al menos dos muertes.
Los científicos advierten periódicamente que el cambio climático está amplificando la fuerza destructiva de las tormentas. A medida que los océanos se calientan, liberan más vapor de agua, lo que proporciona energía adicional para las tormentas.