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Detrás de esta pregunta aparentemente trivial, formulada recientemente por un periodista del BCC al nuevo hombre fuerte de Damasco, Ahmed al-Charaa, se esconde el estatus de la religión en la futura Constitución del país.
¿Se prohibirá la venta de alcohol en Siria? Mientras los sirios buscan a sus seres queridos desaparecidos en las cárceles de Bashar al-Assad, ha comenzado el ajuste de cuentas y casi toda la población vive en la pobreza en medio de un país en ruinas, la pregunta podría parecer obscena. Sin embargo, este tema fue abordado por Jeremy Bowen, de la BBC, que entrevistó a Ahmed al-Charaa, alias Abu Mohammed al-Joulani, dos semanas después de que su grupo yihadista Hayat Tahrir al-Sham (HTC) tomara el poder. “En un país donde 12 millones de personas han sido desplazadas, donde más de 500.000 personas han sido asesinadas, Jeremy Bowen hace una pregunta sobre el consumo de alcohol a los cinco minutos de la entrevista. ¡Estáis saliendo de un genocidio y ésta es la primera pregunta que le interesa! » Un internauta sirio está indignado en la red social X (antes Twitter). A lo largo de los comentarios publicados tras la entrevista, crece la amargura contra esta obsesión de los periodistas occidentales por un vicio que sólo afecta a una minoría. Esto sólo sería un resurgimiento del colonialismo, una forma de condenar al ostracismo de antemano a la Siria del mañana.
En realidad, la pregunta de nuestro colega es sutil. Exige salir de la vaguedad sobre la sociedad siria que el nuevo régimen pretende reconstruir. Como demostró Ammar Abdulhamid, activista sirio y miembro del Congreso Mundial por la Libertad, en un artículo bien argumentado en “New Lines Magazine”: “Responder a las condiciones de venta de alcohol en Siria significa revelar el sistema legal que ahora se aplicará en el país. » Al-Joulani, cuyo…