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Para Guillaume Duval, la izquierda debe asumir la responsabilidad y mostrarse responsable de ambas cosas, proponiendo al “bloque central” que renuncie inmediatamente a su alianza de facto con el RN.
Este artículo es una columna, escrita por un autor ajeno al periódico y cuyo punto de vista no compromete a la redacción.
Por tanto, comenzamos el año 2025 con un nuevo gobierno encabezado por François Bayrou. El cuarto desde principios de 2024. La constitución de este gobierno fue otra oportunidad perdida para un acuerdo del frente republicano. Sin embargo, ésta sigue siendo más que nunca la única solución que permite liberar la gestión del país de las garras de la extrema derecha.
Durante todo el verano, Emmanuel Macron se negó a considerar cualquier acuerdo de este tipo con la izquierda y eligió otro camino: el entendimiento con la derecha que se había opuesto al frente republicano y de facto con la extrema derecha. Lo que llevó al gobierno de Barnier y a su caída cuando Marine Le Pen lo decidió.
De ahí el gobierno de Bayrou. François Bayrou se impuso a Emmanuel Macron, que no quería convertirlo en su primer ministro. Su actitud durante las elecciones presidenciales de 2007 y 2012 podría sugerir una cierta capacidad para jugar el juego de la apertura hacia la izquierda. Los socialistas, comunistas y ecologistas asumieron el gran riesgo político de romper con el LFI para entrar en una lógica de negociación con François Bayrou con vistas a discutir un acuerdo de no censura.
Pero al final quedó claro que el Primer Ministro nunca intentó lo mínimo necesario para que tal enfoque tuviera éxito. Al optar desde el principio por mantener a Bruno Retailleau en el Interior, al nombrar a Gérald Darmanin como juez, al no nombrar a Xavier Bertrand porque la RN no lo quería, demostró que simplemente se disponía a continuar yendo incluso más lejos que Michel Barnier en el camino hacia un acuerdo de facto con la RN. Y que en realidad no tenía ni la voluntad ni la capacidad de romper con la política suicida para el país elegida por Emmanuel Macron desde el 7 de julio.
Todos los de izquierda están obligados a tomar nota y oponerse firmemente a un gobierno de compromiso con la extrema derecha.
Como resultado, el ministerio Bayrou corre el riesgo de no durar más que su predecesor. Y si finalmente durara más, esto sólo podría significar que el “bloque central” ha completado su desgracia al aceptar todas las condiciones impuestas por la RN para comprometer al país en la dramática pendiente xenófoba y antiliberal en la que la extrema derecha quiere caer. arrastrarlo hacia adentro.
En un contexto en el que todavía no es posible una nueva disolución y en el que la desastrosa situación resultante de la política presupuestaria aplicada desde hace siete años exige decisiones urgentes y difíciles, la izquierda debe asumir la responsabilidad y mostrarse responsable de ambas cosas, continuando proponiendo al “bloque central” a renunciar inmediatamente a su alianza de facto con la RN para finalmente negociar seriamente un acuerdo de no censura con ella.