Macron bajo abucheos en Mayotte

Recibido en Mayotte entre abucheos, Emmanuel Macron tuvo que enfrentarse a una multitud cuya ira no pudo calmar. Salió este viernes al mediodía del archipiélago devastado por el ciclón Chido.

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“¡Macron dimite! », “estás diciendo tonterías” : Ante la multitud de víctimas, el Presidente de la República se enfrentó durante largas horas, el jueves 19 de diciembre, a la impaciencia, la ira y la desesperación de los mahorais, que a menudo lo perdieron todo tras el paso del ciclón Chido que devastó Mayotte.


“Ya no tenemos casa, no tenemos luz, no nos queda nada”le gritó un residente de Pamandzi a Emmanuel Macron, quien fue abucheado. En medio de los gritos, el jefe de Estado tuvo grandes dificultades para presentar las medidas que proponía para reconstruir el 101º departamento francés. Impotente, como abrumado, Emmanuel Macron acabó soltando: “No tengo nada que ver con el ciclón. Puedes culparme. No soy yo. »


“Si no fuera Francia…”


Poco después, todavía entre abucheos, lanzó otra declaración que desde entonces ha provocado reacciones de la oposición:


“¡No enfrentemos a las personas entre sí!” Si enfrentas a la gente entre sí, estamos jodidos, porque estás feliz de estar en Francia. ¡Porque si no fuera Francia, tendrías 10.000 veces más problemas! »gritó el presidente en medio de la multitud. “No hay ningún lugar en el Océano Índico donde ayudemos tanto a la gente. »



“Actitud arrogante y escarmentadora”estimó la parlamentaria ecologista Sandrine Rousseau. “A través de este tipo de expresión”los maorais “siempre tienes la sensación de que te tratan por separado”añadió el vicepresidente del Rally Nacional, Sébastien Chenu.



Alrededor de un tercio de la población de Mayotte, más de 100.000 habitantes, incluidos inmigrantes ilegales de la vecina Comoras, viven en barrios marginales.


Emmanuel Macron abandonó Mayotte este viernes al mediodía, después de dos días de visita al archipiélago devastado por el ciclón Chido, constató un periodista de la AFP. El Jefe de Estado, que poco antes de su partida presidió por videoconferencia una unidad de crisis con sus ministros en París, entre ellos el primer ministro François Bayrou, voló a Yibuti, donde deberá compartir una comida navideña con las tropas francesas estacionadas allí.