La obsesión de la nueva Comisión Von der Leyen será ponerse a la altura del Viejo Continente en materia de innovación y defensa, manteniendo al mismo tiempo su liderazgo en gobernanza medioambiental.
El Parlamento Europeo nombró el miércoles 27 de noviembre en Estrasburgo al nuevo equipo de comisarios designados por Ursula von der Leyen, investidos este domingo 1 de diciembre –casi seis meses después de las elecciones europeas– en un contexto de tensiones sin precedentes. Y ahora, la contrarreloj está en marcha. El nuevo ejecutivo tiene sólo cincuenta días para sacar los paraguas ante la llegada de las turbulencias de Trump, cuyas promesas de una política comercial agresiva y de retirada en Ucrania amenazan aún más una economía europea ya tambaleante. Europa no tiene “no hay tiempo que perder”advirtió el presidente de la Comisión, haciendo de la competitividad una prioridad para «para completar» La brecha con Estados Unidos y China: “Nuestra libertad y nuestra soberanía dependen más que nunca de nuestro poder económico. »
En materia de defensa, Ursula von der Leyen insistió después en la necesidad de hacer más para competir con el gasto militar ruso, en un momento en el que el regreso de Donald Trump hace temer una retirada de Estados Unidos en Ucrania. “Nuestros gastos deben aumentar”afirmó el alemán de la CDU. “Rusia gasta hasta el 9% de su PIB en defensa. Europa gasta una media del 1,9%. Hay algo mal en esta ecuación”.
La nueva Comisión se inclina seriamente hacia la derecha, con una quincena de carteras asignadas al PPE (Partido Popular Europeo, conservadores), principal fuerza política en el Parlamento. Informes recientes de Enrico Letta y Mario Draghi destacan las debilidades estructurales de la UE, incluida la falta de coordinación y una gobernanza compleja. El informe Draghi subraya la necesidad de una reforma profunda en torno a una política industrial común respaldada por inversiones masivas. Y Ursula von der Leyen ha indicado su intención de actuar rápidamente, con numerosas medidas y publicaciones previstas en el “primeros cien días” del mandato (por tanto antes del 10 de marzo).
Los primeros 100 días (hasta marzo de 2025)
Entre las primeras medidas emblemáticas, el “Acuerdo Industrial Limpio” ofrecerá soluciones para acelerar la descarbonización de las industrias, con planes dedicados a energía asequible, productos químicos, automóviles y competitividad europea. Objetivo: fortalecer la competitividad industrial de la UE al tiempo que se acelera la transición hacia una economía baja en carbono. “Esto allanará el camino para alcanzar el objetivo de reducción de emisiones del 90% para 2040, que propondremos consagrar en nuestra ley climática europea”escribe Ursula von der Leyen. La aplicación de estas iniciativas podría toparse con la necesidad de movilizar inversiones masivas y coordinar esfuerzos entre los Estados miembros.
Al mismo tiempo, la Comisión tiene previsto publicar un “Libro Blanco sobre el futuro de la defensa europea”. Ursula von der Leyen pidió al lituano Andrius Kubilius, el primer comisario de Defensa en la historia de la UE, que supervisara su redacción. El texto debería subrayar el deseo de la UE de fortalecer su autonomía estratégica en un contexto de crecientes tensiones internacionales y de cuestionamiento de las alianzas tradicionales. Para lograr esta ambición será necesaria la armonización de las políticas de defensa de los Estados miembros, a menudo marcadas por intereses divergentes, y un aumento significativo de los presupuestos asignados a la defensa.
En términos digitales y de salud, la UE está cuestionando su capacidad para proteger sus sistemas de salud contra las ciberamenazas. La Comisión pondrá en marcha un plan europeo sobre ciberseguridad de hospitales y proveedores de atención sanitaria. Estas acciones tienen como objetivo posicionar a Europa a la vanguardia de la innovación tecnológica y al mismo tiempo fortalecer la resiliencia de sus infraestructuras críticas. En el futuro inmediato, esperamos principalmente recomendaciones que inviten a gobiernos, industrias y autoridades públicas a implementar medidas contra el ransomware. (“ransomware” en francés) y otros ciberataques.
La Comisión también pondrá en marcha la iniciativa «Fábricas de IA», para “garantizar el acceso a nuevas capacidades de supercomputación hechas a medida para las empresas emergentes y la industria de la IA”. Sin embargo, esto podría ser demasiado poco y demasiado tarde: algunas de las empresas europeas más prometedoras en el campo de la IA ya han unido fuerzas con gigantes americanos, como la francesa Mistral, que firmó en febrero un acuerdo con Microsoft para desarrollar su tecnología en el Supercomputadores de una empresa estadounidense.
Por último, la Comisión propondrá una hoja de ruta para los derechos de las mujeres, fiel a su compromiso continuo con la igualdad de género en un momento en el que muchos Estados miembros están experimentando un giro hacia la derecha en su panorama político.
Enero-junio 2025
Antes de mitad de año, la Comisión tiene intención de aprobar los primeros proyectos estratégicos en el marco de la “Ley de Materiales Críticos”, lo que ilustra la urgencia de que Europa garantice su independencia en cadenas de suministro vitales. La dependencia de la UE de proveedores externos para recursos críticos, como las tierras raras, sigue siendo motivo de preocupación. La pregunta sigue siendo: ¿puede realmente la Unión ponerse al día en industria y tecnología sin inversiones masivas o un marco regulatorio más claro para atraer inversores privados?
Al mismo tiempo, la Comisión adoptará una “estrategia de mercado único”, un pilar clave para la competitividad europea. El lanzamiento del Pacto para el Diálogo Social Europeo y los debates en torno al Marco Financiero Plurianual 2028-2034 muestran un deseo de reequilibrar las disparidades sociales y económicas entre los Estados miembros. Sin embargo, el auge del populismo y la derecha en varios países europeos corre el riesgo de limitar la eficacia de estas iniciativas. El desafío será convencer a los gobiernos nacionales de que colaboren, particularmente en un contexto donde los debates sobre la financiación de la transición ecológica y las políticas sociales dividen profundamente a la Unión.
La ratificación del Tratado sobre Biodiversidad y el lanzamiento del Pacto Europeo sobre los Océanos también subrayan la ambición de la UE de seguir desempeñando un papel de liderazgo global en la gobernanza ambiental, mientras que la coordinación internacional se ve obstaculizada por la creciente reticencia de socios clave como Estados Unidos.
Los esfuerzos para impulsar la innovación continuarán a través del Foro Europeo de Start-ups y la propuesta de una ley espacial europea. Iniciativas que también requerirán mecanismos de financiación estables y una simplificación de los procedimientos administrativos, que siguen siendo un obstáculo importante para las pequeñas y medianas empresas. Por último, la revisión del acuerdo interinstitucional sobre el registro de transparencia entre el Parlamento, el Consejo y la Comisión pretende reforzar la confianza de los ciudadanos en las instituciones europeas
julio-diciembre 2025
Se anuncia la presentación de una “visión climática y energética integral de la UE” antes de noviembre de 2025. Esta estrategia, que incluye una revisión del mecanismo de ajuste en frontera de carbono (CBAM), tiene como objetivo fortalecer la competitividad de las empresas europeas limitando al mismo tiempo las importaciones con un alto huella de carbono. Sin embargo, la eficacia del CBAM dependerá de la aceptación de los socios comerciales y de la capacidad de la UE para evitar represalias económicas, en particular de China y Estados Unidos. Al mismo tiempo, iniciativas como la hoja de ruta para la neutralidad de carbono de los sectores de la pesca y la acuicultura para 2050 plantean dudas sobre la viabilidad de tales objetivos frente a las realidades económicas locales.
El final de 2025 estará marcado por la publicación de informes clave, en particular sobre la aplicación de la recomendación sobre la renta mínima y los resultados de los proyectos piloto vinculados al Pasaporte Europeo de la Seguridad Social. Estas iniciativas tienen como objetivo combatir las crecientes desigualdades y mejorar la movilidad de los trabajadores en la Unión. Sin embargo, se producen en un contexto de protestas sociales y oposición de algunos Estados miembros a una mayor armonización de las políticas sociales. La Cumbre UE-Unión Africana constituirá una oportunidad para que la UE fortalezca sus asociaciones estratégicas con África, en un contexto de mayor competencia con China y Rusia por la influencia en el continente.
A finales de año se espera un progreso significativo en el ámbito digital, con una evaluación de la implementación de la “Ley de Servicios Digitales”, que tiene como objetivo garantizar un equilibrio entre la innovación tecnológica y la protección del consumidor. El papel de los grandes actores tecnológicos sigue siendo una cuestión crítica, ya que la UE tiene que gestionar un delicado equilibrio entre una regulación estricta y el mantenimiento de un entorno atractivo para las empresas digitales. La capacidad de la UE para imponer sus estándares es incierta, especialmente ante la oposición de figuras influyentes como Elon Musk, quien ha expresado su oposición a las regulaciones europeas.