Descifrado
Algunos han sido despedidos, otros ya no tienen derecho a responder a sus colegas extranjeros, y todos ellos tienen miedo … La administración Trump ha lanzado una ofensiva sin precedentes contra los climatólogos en su país que amenaza todo el conocimiento científico global.
Para ir más allá
Kate Calvin no vino. A principios de marzo se celebró en Hangzhou (China) una reunión intermedia de expertos en IPCC (Grupo de Expertos Intergubernamentales sobre Evolución Climática). Se trataba de acordar el calendario de publicación del séptimo informe. Hay quienes quieren ir rápido y, opuestos, productores de petróleo que deben tomarse su tiempo. ¿Y los Estados Unidos? Bueno, su silla permaneció vacía. Kate Calvin, climatóloga hasta ahora eminente, Científico principal De la NASA y el co -presidente del Grupo 3 del IPCC, se vio obligado a renunciar al último minuto para este viaje, por orden de la administración Trump. En cuanto a su equipo técnico, una docena de personas pagadas por el gobierno para garantizar la parte concreta de los informes del informe, se disolvió. En el proceso, se ha eliminado la posición del investigador y se le pide a la agencia espacial que no se encargue del calentamiento global. Más que Científico principalno más problemas científicos, en resumen.
El brutal destino reservado para Katherine Calvin es emblemático de Blitzkrieg (“Guerra de Lightning”) contra la climatología estadounidense lanzada por Donald Trump, Elon Musk y su departamento con eficiencia gubernamental (DoGe). Venerable institución en la que ciertas actividades de cartografía fechadas en 1807, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) vio a mil de sus empleados despedidos en unos pocos días. Responsable de los pronósticos del tiempo …
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