Informes Condenado por el calentamiento global, el legendario glaciar Ossoue ha perdido dos tercios de su superficie y 44 metros de espesor en sólo veinte años. Entre junio y octubre, los glaciólogos de la asociación Moraine se encargan de medir su inevitable descenso.
5:45 am Los ojos todavía están nublados por el sueño, pequeñas nubes se escapan de la boca. Hay que decir que a principios de septiembre, al pie de la presa de Ossoue, en los Pirineos, las noches son frescas. Incluso frío. Envueltos en sus chaquetas de plumas y con el gorro hasta las orejas, los cinco miembros de la expedición dirigida por la asociación Moraine beben rápidamente una taza de café, palean una barra de cereales mientras aplauden para intentar entrar en calor. Hay que recoger rápidamente la tienda, el colchón y el saco de dormir (aquí el vivac sólo está permitido de 19.00 a 9.00 horas), calzarse los zapatos de montaña y recoger los bastones y las mochilas. «Yihaaaaa»grita alguien en la oscuridad. Es el grito de guerra: es hora de irse.
Son las 6:30 de la mañana cuando, a la luz de los faros y de las pocas estrellas que atraviesan la espesa capa de nubes, el pequeño equipo se pone en camino hacia el glaciar de Ossoue. Este es el objetivo de este día: medir esta vasta extensión de hielo y nieve, “o más bien lo que queda de ello”susurramos. La mágica decoración en la cima merece la pena. Hay que afrontar 1.400 metros de desnivel y tres horas y media de ascenso para llegar…
La celebración del Nuevo Obs su cumpleaños ¡Suscribir!
Le TV BUS Canal de comunicación urbana le ofrece una oferta especial de suscripción para consultar todos los artículos. Y no sólo eso: podrás comentarlas y ofrecerlas a tus seres queridos.
Excluido: 1€
durante 3 meses