Descifrado
Kigali enfrenta una presión internacional creciente debido a su papel en el conflicto en el este de la RDC. Pero, más allá de los llamados a la restricción y las amenazas de sanciones, no se ha tomado una medida concreta. Una situación que revela el estatus cuasi-intuitable del presidente de Ruanda.
¿Paul Kagame nunca supo la paz? Al escucharlo, el hombre parece que nunca salió de la pelea librado hace más de treinta años, cuando, los refugiados tutsi en Uganda, tomó las armas en 1990 para derrocar al régimen genocida Hutu de Kigali cuatro años después. Si maneja el arte de Dodge e implícito brillantemente, el presidente de Ruanda ya no niega contra la evidencia de sus conexiones con los milicianos del movimiento de 23 de marzo (M23), que tomó, el 27 de enero, Goma, la capital provincial del norte Kivu, en la República Democrática del Congo (RDC).
En una entrevista con la revista «Jeune Afrique» publicada el 12 de febrero, el gerente de 67 años, reelegido para un cuarto mandato en julio de 2024 con el 99 % de los votos, reconoce la participación de su gobierno en la situación de la situación de La DRC, mientras elude el soporte de concreto proporcionado al M23. Unos días antes, enfrentando a un periodista del canal americano CNN, dice Ignore si sus tropas estaban en las de su vecino. Pero él evoca, como …
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