cuando Edouard Philippe participa en un loco concurso de elocuencia

Narrativo
Invitado por la Conferencia de Abogados del Colegio de Abogados de París, el ex Primer Ministro estuvo presente el martes 17 de diciembre en el Théâtre Hébertot. Un momento para respirar la dureza de la vida política.


Es un loco concurso de oratoria, de 150 años, en el que dos candidatos imprudentes se someten a críticas feroces y poco convencionales por parte de doce jóvenes abogados elegidos cada año por sus pares del colegio de abogados de París por la calidad de su talento oratorio. Constituyen una hermandad: la Conferencia de Pasantías. Una vez al mes, las doce “secretarias” reciben a un invitado de prestigio durante la Conferencia Berryer: un concurso de elocuencia en el que no hay nada que ganar, excepto llamar la atención. Esta conferencia “realmente falsa” fue creada en homenaje a Pierre-Antoine Berryer (1790-1868), el “Príncipe de la Elocuencia”, ex abogado y diputado, que, destacado orador, defendió al mariscal Ney, a Chateaubriand o a Luis Napoleón Bonaparte. .



Los espectadores constituyen una audiencia de iniciados. El evento es en parte una gran pochade, en parte un stand-up y en parte una actuación surrealista. A lo largo de los años, la Conferencia y sus seguidores, la “gente de Berryer”, Recibió numerosos invitados de prestigio, entre ellos Salvatore Dalí, Monseñor Lustiger, Serge Gainsbourg, Romain Gary, Fabrice Luchini, Catherine Deneuve y algunos políticos, entre ellos Arnaud Montebourg y Pierre Moscovici. El martes 17 de diciembre, le tocó al ex Primer Ministro y actual alcalde de Le Havre, Edouard Philippe, hacer el juego y aceptar de buen grado ser ridiculizado en el escenario del Théâtre Hébertot, en el 17.mi distrito de París, donde se reunieron unas 600 personas.


Admiraremos la actualidad de los dos temas sobre los que los candidatos de “Berry” tuvieron que discutir: “¿Es el remanso de paz? » y “¿Nunca sin mi manta? », una bonita alusión al apodo de “Doudou” que le puso la oposición a Edouard Philippe cuando estaba en Matignon (2017-2012). Para su desgracia (¿o su felicidad?), Edouard Philippe sucedió a otra invitada “prestigiosa”, la ex estrella porno Clara Morgane. Inmediatamente apodado “homo erectus” o el “Rocco Siffredi de la política”el ex jefe de Gobierno, experto en ocurrencias y dotado de un consumado arte de la réplica, habrá demostrado una innegable capacidad «virilidad» y humor en sus respuestas. Se burló suavemente con la única medida de que la historia recordará su época en Matignon (“80 kilómetros por hora”) o sobre su calvicie, Edouard Philippe, que, para su gran sorpresa, ha visto recientemente crecer su cabello, deseó que los jóvenes treintañeros que lo rodean vivieran como él “una segunda pubertad a los 54”.



Muy cómodo, el ex Primer Ministro confió que suele sentarse en asambleas “mucho más desagradable” pero “mucho menos talentoso”. Y luego, hubo ese momento de puro delirio, cuando “la gente de Berryer”, calentado al rojo vivo por un joven orador, repitió a coro un alegre «Presidente Doudou» ante un enorme “Attal al baño”… En ese momento –un momento suspendido en la oscuridad de la vida política– Edouard Philippe, que nunca había sido visto así, estaba completamente doblado de risa.


Desde hace 150 años, el “Berry”, insolente, irreverente e iconoclasta, regresa cada mes. Un espacio único de libertad, sólo deseamos que dure muchísimo tiempo.