AESH en huelga para denunciar sus condiciones laborales

Testimonio
Simpatizantes de estudiantes con discapacidad se manifestaron este jueves para denunciar una profesión precaria donde no hay suficientes trabajadores para atender a todos los niños que lo necesitan.


Entre “impotencia” y fatiga severa, muchos estudiantes acompañantes con discapacidad (AESH) se declararon en huelga este jueves 16 de enero para denunciar el deterioro de las condiciones laborales, la escasez de personal, una situación precaria con contratos de 24 horas semanales la mayor parte del tiempo o incluso salarios muy bajos. Se planearon manifestaciones en toda Francia. En París se reunieron entre 100 y 150 personas, entre 150 y 200 en Toulouse y algunas decenas en Lille, informa la Agence France-Presse (AFP).



Hanane, de 41 años, es AESH desde 2007 en Val-de-Marne, en la región de París. Deplora cada vez más las condiciones laborales “difícil” : “El año pasado seguí a cuatro niños. Algunos estaban agrupados especialmente en la misma clase: yo me puse en el medio, tenía uno a la derecha y otro a la izquierda. No tenían la misma patología, ni las mismas necesidades. Me quedé en esta clase durante dos horas y luego fui a otra durante una hora. »


El número de niños con discapacidad en las escuelas aumentó de 155.000 en 2006 a 436.000 en 2022, según un informe (PDF) del Tribunal de Cuentas. Siempre hay más estudiantes que necesitan apoyo y discapacidades cada vez más graves. A diario, “cambiamos de alumnos, cambiamos de nivel, cambiamos de centro, cambiamos de discapacidad”explica Marie, 48 años, AESH en un instituto de Clermont-Ferrand. Ella describe un “gimnasia” constante. Como aquella vez que acompañó a una niña de primer grado que sufría un retraso en su desarrollo relacionado con un problema de nacimiento. “Una notificación para otro estudiante que se cayó. De un día para otro me dijeron que solo iba a acompañar a este pequeño por 2 horas y ya no 8 horas”dice ella.


“¡Me volví súper bueno en matemáticas! »


A esto se suma la falta de formación en patologías que pueden resultar complicadas de gestionar. Hanane recuerda el día en que a un niño le dio un ataque mientras ponía los dedos en la esquina de una puerta: “No pudimos acercarnos a él. Con cada paso, se tensaba un poco más. El director tuvo que llamar a los bomberos. » Cuando llegan estas crisis, es imposible gestionarlas. Y, para muchos, es el sentimiento de impotencia lo que se apodera de ellos. Todavía, “Trabajo desde el corazón, actúo como si fueran mis hijos”asegura Hanane con tristeza. “Nos encontramos en casos, a veces de violencia, para los que no estamos capacitados. Por ejemplo, para mí, los niños que tienen trastornos autistas”admite Marie por su parte.


Aún necesita poder registrarse para recibir capacitación. Porque si la carga de trabajo de la AESH ha aumentado, el salario sigue siendo mínimo. Por un contrato de 22 horas semanales, Hanane recibe 917 euros al mes. No lo suficiente para permitirle vivir con su hijo de 10 años. Entonces, combina trabajos:




“A la hora de comer, en mi tiempo de descanso, voy a trabajar con el ayuntamiento y hago el comedor. Sustituyo y trabajo con actividades extracurriculares para llegar a fin de mes. »


Cuando le contó sus dificultades económicas, su trabajadora social simplemente le dijo que necesitaba cambiar de trabajo.



Marie se vio obligada a desarrollar ciertas habilidades. “¡Me volví súper bueno en matemáticas! »responde ella sonriendo. Porque esta madre, que cría sola a sus cuatro hijos, gana unos 1.200 euros al mes por 28 horas de trabajo a la semana: “Tengo asignaciones familiares adicionales. Y por lo demás, lo cuento todo. »


“Nos gustaría ser reconocidos dentro de la Educación Nacional”


“Personalmente no puedo dar abasto”confiesa Delphine, 37 años, AESH en un colegio de Lorient. Con el complemento de asistencia familiar, debido a que tiene cinco hijos a cargo, Delphine cobra 1.300 euros al mes durante las 24 horas de la semana. “Soy muy dependiente de la asistencia social”explica y añade: “Hay ocasiones en las que me endeudo aunque esté trabajando”. “No sé cuánto tiempo más podré aguantar”dice molesta.


En 2023, la AESH representaba la segunda profesión de la educación nacional, con 78.816 agentes (en equivalentes a tiempo completo), un 90% más que en 2013, recuerda la AFP. Los sindicatos denuncian la mayoría de los contratos de 24 horas, la mayoría a tiempo parcial, en una profesión extremadamente feminizada. De hecho, más del 90% de los AESH son mujeres, según la CGT y Sud. La AESH, contractual, lucha por la creación de un estatuto real. “Nos gustaría ser reconocidos dentro de la Educación Nacional”continúa María.


Por el momento, ante las condiciones laborales precarias, la profesión ya no es atractiva. “Cuando dejamos a la gente en una situación tan precaria, al cabo de un tiempo ya no encontramos a nadie a quien postular”. señala Delfina. Y Hanane pregunta:




“¿Quién vendrá a trabajar en estas condiciones con poco dinero, sabiendo que ganará más con Pôle emploi, con paz y serenidad en términos de salud? »