“A los nuevos amos de Damasco no les interesa romper las relaciones con Moscú”

Entrevista
Rusia, comprometida desde 2015 con el derrocado dictador Bashar al-Assad, intenta preservar su presencia militar en el país. En particular, las bases de Tartous y Hmeimin, en la costa mediterránea, que hasta ahora “sirvieron de centro hacia Oriente Medio y África” para las fuerzas del Kremlin, explica Guillaume Ancel, analista militar y exoficial francés.


¿Los rusos abandonarán Siria? En 2015, el despliegue de las tropas de Vladimir Putin en territorio sirio marcó el gran regreso de Moscú a la escena internacional. Directamente involucrada en la guerra civil junto a Bashar al-Assad, cuyo poder fue derrocado el 8 de diciembre por la ofensiva relámpago de la coalición rebelde liderada por el grupo islamista Hayat Tahrir al-Cham (HTC), Rusia bien podría retirar sus tropas, barcos y aviones del país. Un centenar de vehículos rusos fueron vistos el lunes 16 de diciembre saliendo de Damasco, evacuando a unos 500 soldados atrapados en la capital tras el colapso del régimen. Fueron exfiltrados a la base naval de Tartous y a la base aérea de Hmeimim, situadas en la costa noroeste. Con acceso directo al mar Mediterráneo, estas dos infraestructuras militares desempeñan un papel clave en las ambiciones geopolíticas de Moscú, permitiéndole asegurar una presencia en Oriente Medio y proyectarse en África.


El destino de estos sitios aún no está decidido, aseguró el lunes Dmitri Peskobv, portavoz del Kremlin: “No hay una decisión final sobre este asunto, estamos en contacto con representantes de las fuerzas que actualmente controlan la situación en el país. » El jueves 19 de diciembre, Vladimir Putin, durante su conferencia de prensa anual, aseguró que “la abrumadora mayoría (de países de la región) expresa interés en mantener…