El hito logrado por la startup canadiense General Fusion establece un nuevo máximo de 600 millones de neutrones por segundo, señal de un avance tangible hacia la fusión controlada. El resultado refuerza la viabilidad de la Fusión por Blanco Magnetizado, o MTF, una ruta que promete energía limpia, abundante y segura.
Una vía canadiense hacia la fusión práctica
La tecnología de General Fusion combina un recubrimiento interno de metal líquido con una compresión mecánica de alto impulso. Un conjunto de pistones sincronizados aprieta el revestimiento, generando las condiciones necesarias para la fusión.
Ese compresor rodea un tokamak esférico, donde se confina la plasma magnetizada antes del pulso. El método de MTF busca maximizar la presión y el tiempo de confinamiento sin requerir campos permanentes extremos.
Compresión extrema y estabilidad de la plasma
En los ensayos de Compresión de Ciencia de Plasma (PCS), la densidad aumentó unas 190 veces respecto al inicio. Esa mayor densidad, junto a un tiempo de confinamiento superior al de compresión, estabilizó el sistema.
El campo magnético se amplificó más de 13 veces, reforzando el control de la plasma caliente. Esta sinergia explica el intenso flujo de neutrones, base del récord reportado por el equipo.
De la validación a la escala: el camino de LM26
La evidencia indica que la compresión volumétrica de plasma en tokamak esférico con liner metálico es técnicamente factible. Ese resultado reduce riesgos y guía el diseño de la máquina LM26.
LM26, la “Lawson Machine 26”, apunta a comprimir volúmenes mayores para mejorar el rendimiento de fusión. El objetivo es demostrar ganancias en un régimen pulsado, repetible y económico.
Puntos clave del avance
- 600 millones de neutrones por segundo en un sistema de MTF con liner metálico.
- Aumento de densidad de la plasma en torno a 190 veces tras la compresión.
- Campo magnético amplificado más de 13 veces frente al valor inicial.
- Tokamak esférico comprimido mediante pistones de alta potencia.
- Plataforma LM26 como siguiente demostración a mayor escala.
- Resultados publicados en la revista Nuclear Fusion, con validación experimental.
Por qué importa para la energía del mañana
El enfoque pulsado protege la “primera pared” y evita la necesidad de una reacción sostenida continua. Esta arquitectura simplifica la ingeniería del recinto y extiende la vida útil de los componentes.
Además, facilita la extracción de calor y la regeneración del combustible, dos pilares de la economía de planta. La propuesta prescinde de imanes superconductores caros y de redes complejas de láseres.
Voces del proyecto
“Demostramos la viabilidad de un proceso de fusión estable con nuestro enfoque MTF, sentando las bases de LM26”, señaló Mike Donaldson, directivo de desarrollo tecnológico. La frase resume el paso de la teoría a la ingeniería.
Por su parte, el fundador Michel Laberge subrayó la singularidad del hito al comprimir, por primera vez, un tokamak esférico con un liner colapsante. Esa demostración respalda la hoja de ruta.
Ciencia publicada y credibilidad técnica
Los datos fueron revisados y publicados en Nuclear Fusion, un aval para la comunidad científica. La transparencia en métricas y métodos acelera la reproducción y el escrutinio externo.
Más de dos décadas de I+D sostienen la capacidad técnica de General Fusion. Este acervo reduce incertidumbres y mejora la preparación para las pruebas a escala.
Ingeniería del pulso: control y repetición
El reto ahora es elevar la frecuencia de pulsos, mantener la estabilidad y optimizar la sincronización. La coordinación entre pistones, campos magnéticos y geometría del liner es crítica.
Cada iteración mejora la metrología y el control de la plasma, acercando el régimen de ganancia neta. El objetivo final: convertir pulsos confiables en electricidad competitiva.
Impacto industrial y sostenibilidad
Una planta MTF podría integrarse en redes existentes sin emisiones de carbono en operación normal. Su huella de residuos de larga vida sería significativamente más reducida que la de la fisión convencional.
Al combinar densidad, confinamiento y compresión rápida, la MTF ofrece una ruta híbrida entre tokamaks y enfoques por inercia. Esa diversidad tecnológica fortalece la resiliencia del sector.
Lo que viene
Con LM26, el foco estará en escalar la potencia de pulso y medir el balance de energía. El programa prioriza materiales, repetibilidad y costos, claves para la bancabilidad del proyecto.
Si la trayectoria se mantiene, este hito canadiense habrá marcado un antes y un después en la carrera por la fusión. La meta es clara: electricidad limpia, abundante y al alcance del sistema energético global.
Hola, No mencionas nada sobre qué tan lejos o cerca este experimento está de producir más energía de la que absorbe ni el tiempo que la fusión permanece activa.