-Deterioro de condiciones económico y acoso del gobierno, los hace huir en busca de mejores condiciones de vida.
-Por lo menos asisten a 20 migrantes con alimentos diariamente.
Sergio Vázquez Herrera
Tuxtepec, Oaxaca.- En las últimas semanas los comedores sociales de Tuxtepec están recibiendo una gran cantidad de migrantes venezolanos que van de paso en busca del sueño americano, señaló el encargado del comedor social Beth-Lehem “Casa de Pan”, Silvestre López Durán.
Dijo que desde hace 13 años de estar trabajando en apoyo alimenticio a través del comedor social hoy le sorprende la gran asistencia de migrantes que vienen desde Venezuela y que de acuerdo a lo que le han relatado vienen caminando, han salido ante las difíciles condiciones económicas y políticas, que huyen del hambre, la pobreza y de la represión política que que se viven en su país.
Aseguró que los migrantes en un principio se quedaban durante algunos días en Loma Bonita sin embargo ahora prefieren llegar a Tuxtepec en donde encuentran los comedores sociales que les dan alimento y el caso del comedor social Beth-Lehem también les proporcionan ropa y medicinas para quienes también requieran de esta ayuda. “Es curioso que la mayoría de los migrantes venezolanos que están llegando a comer a este lugar son jóvenes que fluctúan entre los 18 y 20 años de edad y van en busca de nuevas oportunidades hacia el país del norte”, asentó.
El responsable de este comedor social expuso que el promedio de comidas diarias que otorgan de manera gratuita es de 60 a 70 porciones sin embargo desde hace tres semanas aproximadamente cierran más temprano ya que además de las personas que asisten de manera asidua, ahora tienen un gran flujo de migrantes guatemaltecos, venezolanos, hondureños y salvadoreños.
Silvestre López Durán hizo un llamado a la sociedad tuxtepecana y principalmente a los comerciantes de abarrotes, verduras y frutas para que donen un poquito a este comedor social Beth-Lehem “Casa de Pan” para que pueda continuar otorgando alimento gratuito a toda aquella persona que no tenga un pan que llevarse a la boca.