-En dos ocasiones evidenciaron que su sexenio es el más violento hacia las mujeres, uno fue en el auditorio Guelaguetza y otro durante la calenda.
Jorge Acevedo
Oaxaca de Juárez, Oaxaca.- La Guelaguetza 2022 ha terminado, hubo alegría, diversión, algarabía, baile y colorido, sin embargo no todo salió como lo tenía pensado el Gobierno del Estado, ya que hubo algunos detalles que no pasaron desapercibidos para la opinión pública.
Si bien es cierto que la derrama económica que se generó por la Guelaguetza es importante, en el estado de Oaxaca no todo es color de rosa, ni como lo pinta el Gobernador Alejandro Murat en las entrevista que ha dado en medios nacionales, ya que la realidad es muy diferente a los que comenta.
El sexenio de Alejandro Murat que está por terminar, va a pasar a la historia como en el que más feminicidios se han cometido, superando a gobiernos como el de su padre José Murat, Ulises Ruiz y Gabino Cué, esto fue evidenciado en dos ocasiones durante las fiestas de la Guelaguetza y ambas molestaron al mandatario oaxaqueño.
La primera ocurrió el 25 de julio en la función vespertina, cuando la saxofonista María Elena Ríos entró al auditorio Guelaguetza con una manta que decía “Oaxaca feminicida”, esto provocó que fuera sacada del recinto, para garantizar que los asistentes pudieran presenciar a las delegaciones que se presentarían.
El otro momento ocurrió en el desfile de delegaciones del sábado 30 de julio, cuando una mujer se acercó para tomarse una foto con el Gobernador, la sorpresa llegó cuando sacó una pancarta, en dónde da a conocer que en este sexenio van 666 feminicidios, esto ocasionó una vez más la molestia del gobernador, ya que la imagen se hizo viral.
Como consecuencia de ello, trascendió que el mandatario oaxaqueño despidiera al responsable de giras y protocolos del Gobierno del Estado Roberto Villalana Sánchez, ya que se le “escaparon” estas dos mantas durante las fiestas de la Guelaguetza, pues Murat Hinojosa ha dicho siempre que Oaxaca es de los estados más seguros del país.
Otra de las molestias que se ha generado entre quienes viven en la ciudad de Oaxaca y municipios conurbados, es que desafortunadamente las fiestas de la Guelaguetza se convierten en una cantina pública, ya que muchos visitantes y habitantes, aprovechan para tomar grandes cantidades de alcohol en la vía pública, lo que ocasiona enfrentamientos a golpes.
Esto sin contar que muchas de estas personas hacen sus necesidades fisiológicas en la vía pública, por ello hay quienes señalan que las fiestas de la Guelaguetza, en lugar de mostrar la cultura y tradiciones de la entidad, se está convirtiendo en una fiesta donde la gente puede embriagarse sin que nadie les diga nada.
Si bien es cierto la Guelaguetza es un festejo, algo tienen que hacer las autoridades, expositores y quienes participan de estas actividades, para poder hacer algo a tiempo y no se sigan presentando este tipo de incidentes.