Policías Municipales “sembraron” una pistola en el joven asesinado de Acatlán, acusa su madre

-Pasaron varias horas para que llegaran los peritos a realizar las investigaciones
-Familiares y amistades exigen que se haga justicia por este lamentable hecho

Jorge Acevedo

Tuxtepec, Oaxaca.- Con lágrimas en los ojos, molesta, indignada y con mucha rabia e impotencia, la madre de Alexander Martínez Gómez, denunció que los policías que asesinaron a su hijo, le “sembraron” una pistola en las manos, para justificar el acto que habían cometido, pero las personas que fueron testigos del hecho, se dieron cuenta y lo denunciaron.

Tanta era su rabia que ante las cámaras del periódico “el cambio”, descubrió el cuerpo de su hijo, ya estaba postrado sobre una mesa, sin poderlo meter a la caja, porque esperaban que llegaran los peritos para examinar el cuerpo, a pesar de que el incidente se presentó la noche del martes nueve de junio, la madre, lanzaba insultos y palabras altisonantes a los policías que cometieron el crimen.

Dijo que estos policías truncaron el sueño de Alexander, él jugaba en la tercera división con el equipo de la UGM, no tenía vicios, no tomaba y tampoco fumaba, su único pecado fue ir a la tienda a comprar con sus amigos, incluso dijo que la esperó a que terminara de bañarse, para pedirle 50 pesos para echarle gasolina a la moto e irse a un convivio.

La indignación es tan grande que lanzó varios descalificativos hacia los policías, los tachó de corruptos, que en lugar de seguir a los criminales, terminaron con la vida de su hijo, un joven de 16 años que tenía toda una vida por delante y dejando a otro joven debatiéndose entre la vida y la muerte.

Además dijo que después de varias horas del incidente, ninguna autoridad se ha acercado a ofrecerle siquiera una disculpa, como si a quien hubieran matado fuera un perro, durante la noche dijo que salió a buscar patrullas para que la auxiliaran y no encontró nada ni a nadie, que los policías municipales se habían escondido, por el acto que se acababa de cometer.

Reiteró que su hijo no iba armado y que no quieran usar ese argumento para justificar su ataque, pues con esos balazos que le dieron, le truncaron sus sueños, él se veía como jugador de fútbol profesional, y ahora está postrado en una mesa, esperando que se haga justicia.

En la casa de la familia de “Chander”, como le llamaban sus familiares y amigos, ya había personas para apoyar moralmente a la familia y todos a una voz pidieron justicia para el joven que fue privado de la vida a los dieciséis años de edad.


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