Julián Gil y Marjorie de Sousa se reúnen y hablan del “inicio del fin” de su “penoso” pleito

El desenlace de las batallas legales entre Marjorie de Sousa y Julián Gil parece estar cerca: después de 9 meses de pelear por la manutención del pequeño Matías Gregorio, las visitas de su padre y la realización de la prueba de ADN, este jueves 4 de enero los actores se volvieron a encontrar cara a cara y tendieron los puentes para arreglar sus diferencias.

“ Pudimos hablar unos minutos Marjorie y yo, lo que dijimos se queda entre nosotros, sólo les puedo decir que tendrán buenas noticias pronto”, declaró el actor de 47 años cuando salió del Instituto Nacional de Ciencias Forenses, lugar donde se les hizo el test de paternidad reclamado por el argentino para demostrar sin duda alguna que él es el papá del niño.

Julián Gil fue el primero en llegar a la cita alrededor de las 9:30 de la mañana (hora local), más serio que de costumbre y defendió la necesidad de hacer la prueba de ADN, la misma que Marjorie había solicitado primero en los juzgados, aunque en su caso la petición no prosperó.

“Es y será Matias Gregorio Gil de Sousa aquí y en la China”, dijo, mientras pidió respeto a la prensa para no hablar más del pleito que él calificó de “circo”, tras lo cual ingresó en el edificio. Julián se acaba de recuperar de influenza, una virosis que lo obligó a ser atendido de urgencias en un hospital en Nochebuena.

Minutos antes de las 10 de la mañana (hora local), Marjorie llegó con Matías en brazos, acompañada de sus abogados. La venezolana se mostró amable, mientras presumía sonriente que el pequeño de 11 meses de edad ya tiene dientes.

La toma de la muestra

A las 10:25, Julián Gil salió del Instituto de Ciencias Forenses sin ganas de responder a los cuestionamientos de los reporteros, descendió por una rampa y ante la insistencia y aglomeración de reporteros —algunos camarógrafos cayeron al piso—, finalmente detalló cómo fue la toma de muestra para él: “Fueron ambas, una toma de sangre y otra de saliva”. 

Antes de abordar su camioneta, donde venía acompañado por su representante, reveló que había podido conversar con su ex y se mostró optimista. Minutos después publicó este mensaje en Twitter:“Gracias a Dios pudimos hablar Marjorie de Sousa y yo, por el bien de nuestro hijo y el nuestro. Esperamos pronto terminar con esto”.

La venezolana salió pocos minutos más tarde con el pequeño Matías en brazos, y explicó en detalle el proceso al que se sometieron para la prueba de paternidad: “Nos sacaron saliva y sangre a mi hijo, al papá y a mí; mi hijo se portó valiente, porque no lloró”. La actriz detalló que en 10 días hábiles se tendrán los resultados, aunque desconoce si estos se harán públicos, si bien Julián ha explicado en varias ocasiones que él los dará a conocer.

Sobre la plática privada que mantuvo con el actor, Marjorie comentó que hay “muchas cosas por ordenar”, aunque prefirió que el asunto se maneje en privado.

“Confío en que hoy sea el inicio del fin de este proceso tan penoso y desgastante para mi hijo y para mí”, escribió Marjorie de Sousa en Twitter posteriormente.

La artista agregó que las visitas de Julián con el niño se reanudarán la siguiente semana porque así lo dispusieron las autoridades: “No tengo pena de hacer las cosas, soy figura pública y las cosas tristemente tuvieron que terminar así”.

Mientras los actores explicaban, cada uno de manera independiente, el proceso al que fueron sometidos, Matías Gregorio, quien cumplirá su primer año de vida el 27 de enero, se mostró sonriente y juguetón, agarrando las esponjas de los micrófonos alrededor e incluso le arrebató el celular al abogado Orlando Padilla, defensor de su madre. Este fin de semana no habrá visita de Julián Gil y Matías pues los juzgados de lo Familiar, donde está el centro designado para la convivencia, están de vacaciones hasta el próximo lunes 8 de enero.

Por su parte, la hermana del actor argentino, Patricia Ramosco, publicó en sus redes sociales una imagen de Matías al momento de llegar para que le realizaran la prueba de ADN, donde dijo que falta menos para que la verdad salga a la luz y que le agrada verlo feliz y sonriente.