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Oaxaca, Oaxaca.- En medio de la devastación que han dejado los sismos del 7 y 19 de septiembre pasado en Oaxaca, la demolición y retiro de más de un millón 900 mil toneladas de escombros se han convertido en otra contingencia por las afectaciones que traerán al medio ambiente, por la inadecuada disposición de éstos en los municipios devastados por esos fenómenos naturales.
Sin embargo, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), anunció que echará mano de mecanismos de reciclaje de residuos y escombros para que sean utilizados en la reconstrucción de casas, así como de infraestructura urbana de los municipios de la región del Istmo de Tehuantepec.
Rafael Pacchiano Alamán, titular de la Semarnat, dijo que los escombros que se generaron por las casas dañadas, serán reutilizados con tecnología para ayudar a los municipios para que utilicen los residuos para construir bordos, caminos, banquetas, entre otros elementos de infraestructura urbana.
Por lo pronto, el funcionario federal pidió a las autoridades municipales, no permitir la instalación viviendas en zonas de riesgo, lechos de ríos o humedales, garantizando el desarrollo a largo plazo con el entorno natural.
Miles de toneladas de escombros considerados residuos de manejo especial, sólidos urbanos y residuos peligrosos amenazan el medio ambiente, pues la inadecuada disposición de éstos y la violación a los criterios establecidos por la Semarnat contaminarían ríos y suelo.
Los sismos del pasado 7, 19 y 23 de septiembre con sus más de seis mil 200 réplicas han dejado 82 muertos, más de 120 mil damnificados, 64 mil 626 casas dañadas y 358 municipios declarados como zona de desastre.
“Tenemos la oportunidad de no solo disponer de estos escombros en estos municipios, sino que pueden reutilizados, ya existe la tecnología para poder ayudar a los municipios a que utilicen este residuo para poder construir bordos, caminos, banquetas, hay que tomar la oportunidad de no verlos como un desperdicio, sino como un insumo que pueda ayudar a la reconstrucción de Oaxaca”, indicó Pacchiano Alamán.
En su página en Internet, la Semarnat publicó los lineamientos para la disposición final de los escombros tras los sismos.
En ésta explica que los residuos de construcción y demolición generados en este tipo de desastres tienen una relevante importancia debido a los volúmenes generados.
Los sitios de confinamiento – explica- deben estar en un rango no mayor a 20 kilómetros del centro de la zona de desastre. No se deben depositar en zonas de áreas naturales protegidas, barrancas, marismas, manglares, esteros, pantanos, humedales, estuarios, planicies aluviales, fluviales, recarga de acuíferos ni arqueológicas, y tampoco sobre cavernas, fracturas o fallas geológicas.
Además se deben elegir sitios fuera de zonas de inundación con periodos de retorno de 100 años; ubicar confinamientos a una distancia mínima de 500 metros de ríos, arroyos, lagos y lagunas.
Recomienda reciclar o reutilizar los materiales pétreos en obras de infraestructura urbana, vial e hidráulica, de rellenos sanitarios y en la misma reconstrucción de las zonas de desastre.