Masca la Iguana Vivir por el hoyo

Poner el remiendo junto al agujero nunca es la mejor solución.
Jules d’Aurevilly (1808-1889) Novelista y crítico francés.

Luis Fernando Paredes Porras

No recuerdo haberme terminado una, aunque sí me he sacado la cerilla, me he rascado y he mordisqueado en algún momento un tapón nuevo, y a decir del experto con quien platiqué hace unas semanas, casi nadie lo logra, pues la pluma está destinada a ser usada por varias manos antes de llegar a su final feliz.
Servir para lo que se creó debería provocar la sensación de felicidad en los objetos, tal cual dicen los filósofos que sucede con el humano una vez que se convierte precisamente en eso, en humano y descubre su vocación, su llamado, la razón de su ser y estar.
Con el tapón de la pluma bic deben haberse realizado las más extraordinarias hazañas, pero la mejor en mi caso era escupir bolitas de papel usando su cuerpo hexagonal como cerbatana de jíbaro semiletrado.
El dato curioso que descubrí – y ya era tiempo – no es que en óptimas condiciones logren en línea recta 3.2 kilómetros de tinta, ni que se llamen bic por quien las patentó, Mercel Bich y por supuesto que en los años 80’s del siglo pasado las usáramos para rebobinar los casetes. No, mi asombró lo ocasiona el saber es el objeto más manoseado del cual tenga un dato estimado y que forme parte de su proceso natural.
Los fabricantes siguen asegurando que el bolígrafo – de bolita que hace grafías – no sabe fallar y que han salvado millones de vidas desde los años 80’s cuando decidieron dejar en orificio la punta del tapón de la pluma para que, dado el caso, la persona que se lo tragase pudiera, por ese hoyito, seguir llevando oxígeno a sus pulmones durante el tiempo que tarde en llegar el auxilio.
Dice la iguana que de los tonos de las plumas el más bonito es el verde y que ella lo ha usado cuando tiene que hacerle de submarino en las pestilentes agua del arroyo Moctezuma, de tinta insalubre con la que escupe su historia, pues esnorquelea con su ayuda y así ha sobrevivido a furtivos cazadores. La miro asombrado y al descubrir que masca papel sé que es tiempo de cargar baterías.

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